Obviamente para contar las impresiones de mi viaje harían falta varias páginas ya que Veneto es la región donde se encuentran magníficas ciudades como Verona, Padova, Treviso y la superlativa Venezia. Pero, bueno, siendo este un blog de jardines y paisajismo, me ceñiré al argumento. Aun así, cuesta ser breve.
Sinceramente, me ha dejado estupefacto el cuidado, el interés, la atención y el gusto del verde que reina en estas ciudades. Por la envergadura de los ejemplares, está claro que la atención hacia las plantas no es cosa reciente en estos lugares. Paseando por las calles no paraba de sorprenderme ante la belleza de árboles monumentales y magníficas trepadoras que cubrían amplias fachadas. El aire olía a Glicinia que junto con la Rosa banksiae lutea era la protagonista absoluta de columnas y fachadas. Plantas y arquitectura se fundían para dar lugar a rincones extraordinariamente elegantes. No había espacio exterior que no estuviera realzado con plantas, no había plaza que no fuera adornada con grandes macetones. Los Cercis siliquastrum conformaban rincones pintorescos, mientras grandes Tilos creaban sombras mágicas.
Los espacios de reciente creación tampoco desmerecían; las plantas habían sido escogidas con pericia y acierto.